Milo Fabricio Villa, de 16 años, cursante del Politécnico, quedó bajo los vagones, vestido con camiseta de fútbol y un pantalón corto de jean.
Vivía en calle 35 entre 156 y 157, adonde hubo que avisarle a alguno de sus padres para avisarles y tomarle declaración este lunes 20. Tracendió que una situación sentimental afectaría al joven.
Entre tanto, el tren quedó detenido mientras trabajaban en el lugar los peritos de la Policía Científica a la vez que el cuerpo era trasladado a la morgue judicial de Ezpeleta para la autopsia, según directivas por la fiscal Karina Santolín (UFI 7) que todavía caratulan estas causas como “Homicidio culposo», como si los maquinistas pudiesen frenar.
Así lo explicó el conductor del tren, Sergio Fabián A., quien le manifestó a oficiales de la Comisaría 1a que, cuando la formación 131 de Constitución a La Plata llegó a calle 36, vio a un sujeto, tocó bocina, activó los frenos de emergencia pero no pudo evitar embestirlo.
Que horrible para los maquinistas. Que pena esa muerte