(CIB) José Luis Garay es un peronista de toda la vida, criado y curtido en Villa España, ha recorrido el conurbano, dio capacitación sobre doctrina justicialista y activó junto a diputados y ministros. Hoy está en la Agrupación 17 de Noviembre de Berazategui. Esta es la historia de un militante relatada en primera persona.
Nací el 16 de abril de 1961. Mi mamá había sido monja y ella hacía una constante acción social en la calle, ayudaba a todas las personas, sin importar quién era. Yo empecé a militar en política a los 11 años en aquel tiempo el peronismo estaba proscripto, pero igual empecé en el peronismo.
Cuando empezamos, tuvimos la Mesa de Trabajo N° 1 en todo Berazategui, contábamos con una Unidad Básica y, con unos compañeros, hicimos el primer merendero. Fue en el barrio Luchetti, que ahora es Villa España.
En otro trabajo barrial durante los años ’70 hacíamos de todo; inclusive ayudamos a otros barrios. En los ’80 armamos la Juventud Peronista junto a Gabioud Almirón.
Me fui a militar a Quilmes. Volví en el ’91. Después me fui a militar a la Capital Federal. Volví en 2003 a militar junto a Néstor Carlos Kirchner y Daniel Scioli en la Capital. Después fui a Quilmes junto a Aníbal Fernández y regresé a Berazategui a militar junto a Mario Giacobbe.
De ahí, una diputada, Edith Llanos, me contactó y fui a trabajar con ella a la Cámara. Después fui su secretario en dos períodos en el Concejo Deliberante de Quilmes.
Mientras trabajaba en el Concejo Deliberante y militaba en ese lugar, el actual intendente me invitó en varias oportunidades a militar en Berazategui y regresé al distrito.
En Berazategui ayudamos en el PJ local con alianzas con partidos políticos, fiscalizando varias elecciones, colaboramos durante la pandemia con el grupo Covid con que salíamos por el barrio a colaborar con la rama femenina mediante números artísticos y todo lo que hacía falta en el PJ local.
Unos años antes, mientras asistía a la iglesia de Ranelagh invitado por el padre Peppa, tuve una experiencia sobrenatural… En mí se manifestó el espíritu santo. El cura me puso de monaguillo. A partir de entonces, tuve mayor integración con la ayuda a comedores y en la colaboración con actividades artísticas dentro de la Iglesia Católica también.
EN LOS 70´, TENÍA 9 AÑOS, O 10, U 11 AÑOS, ERA UN MILITANTE DE LA «RAMA INFANTIL».-