ABRAMI, EL GRAN “NEGOCIADOR”

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El fallecido Carlos Alberto Abrami incidió como pocos sobre la UCR local durante estas cuatro décadas de democracia, la mitad de su vida. ¿Cómo lo logró?

Desde 1983 armó un sector del Movimiento por la Democracia Social (MoDeSo) que seguía a Luis Brandoni con Raúl Alfonsín. Lo hizo junto a Miguel Sangiulano, Flavia Torrisi, Adrian García, Guillermo Ramos y Carlos Simanosky, reunidos en la pizzería La Paz, frente a Ducilo, según un memorioso.

En esa primera elección, ubicó a su esposa Beatriz A. Canessa en segundo lugar, detrás de Juan Carlos Ortiz y antes de Antonio Perretta McMillan, para las tres bancas que obtuvieron en el Consejo Escolar (Junta Electoral, 1983). Al respecto, resulta sintomático que otra memoriosa pidiera “ni la nombres, porque las docentes no la querían”.

Abrami llegó al entonces Honorable Concejo Deliberante (HCD) en diciembre de 1987 justo cuando JJ Mussi asumía en la Intendencia. Fue el último en entrar, detrás de Jorge Luciani, Alberto Ibáñez y Raúl Molina (Junta Electoral, 1987). Estaba cerca de cumplir 42 años, el 12 de febrero.

Durante ese diciembre se mostraron opositores porque el oficialismo no les respetó los puestos para autoridades del Cuerpo. Por entonces, Juan Carlos Carraro presidiría el bloque porque venía con una experiencia de dos años, luego de ingresar por la lista que le había ganado al peronismo dividido.

Pero en menos de seis meses, hacia junio de 1988, votaron la instalación de un Cementerio privado. El mussismo lo sacó del Archivo (adonde había sido enviado por unanimidad durante el periodo de Arturo Ramón) para aprobarlo sobre tablas.

En la foto del diario El Sol, se ve a Abrami en primera fila, al igual que su socio Ibañez, con las manos en alto:

La nota, como otras referencias a Abrami, están en mi libro «… Y después la gente va y lo vota».

El Comité UCR, más opositor que sus concejales, criticará que no se preservara…

… la imagen de las instituciones, la cual no se da autorizando intempestivamente cementerios privados.

Las autoridades del Comité de Distrito por entonces eran: Carlos Vidal, presidente, y Guillermo Ramos, secretario, además de Julio Costa (Línea Nacional), Carraro, Norberto Moreno y Adolfo Chiappe (Renovación y Cambio), Rubén Pablo y Daniel Rodil (de la Coordinadora).

Por entonces el cementerio en El Pato fue otro negociado, para lo cual sacaron del Archivo el expediente; ocultaron el despacho de la Comisión a algunos miembros y lo trataron en una sesión con sugestiva asistencia perfecta (necesaria para asegurarse los dos tercios). El 3 de junio de 1988, le dieron la espalda al pueblo que reclamó frente al municipio en una sesión seguida con especial interés por tres hombres trajeados. Así parieron Parque de la Gloria. Levantaron las manos Margarita Mateo, Alberto Quarchioni y todos sus compañeros, incluidos los unioncívicos.

Enterado del vertiginoso tratamiento, el asesor letrado Luis Pierrot les gritó:

–¡Son todos unos chorros!…

El escándalo era tan obvio que las manos en la lata trocaron en puños cuando Alberto Perrone se cruzó con Pierrot. El concejal que votó el negocio trompeó dos veces al denunciante.

Abrami fue uno de los cómplices de que se hiciera contra los impedimentos legales, como la vigente ordenanza 221/78 que había otorgado la instalación a otro cementerio y por la vigencia de una ley provincial que fijaba un perímetro de 15 km entre necrópolis.

El 10 de junio, la UCR pidió que el intendente vetara esa ordenanza 1539. Mussi se negó.

Al mes siguiente, Carraro renunció a la presidencia del bloque.

En agosto, el Comité UCR mantenía su “sospecha” sobre lo votado por sus ediles, con quienes la tensión fue tal que debió intervenir Juan Manuel Casella, candidato a vicepresidente de la Nación.

Ibañez, Perutich (secretario de acción política del Comité) y Abrami.

Las pobres víctimas se lamentaban:

Según las autoridades de la bancada radical, Abrami e Ibañez, “fuimos criticados desde el Comité de Distrito sin que nosotros hayamos atacado al mismo”

El Sol, agosto de 1988

Se inauguró así una etapa de connivencia que llevó a todo el bloque a guardar silencio acerca de la corrupción mussista que denunciaban tanto desde el Partido Intransigente, como desde la Democracia Cristiana o el peronismo no oficialista.

El bloque abramista, cómplice del pejotismo.

Hacia finales de octubre, Chiappe y otros integrantes de los Ateneos Integrados de RyC anunciaban que no participarían de las inminentes internas porque…

“… Las burocracias partidarias representadas por los funcionarios que han sido atrapados por la sensualidad del poder político y económico no vacilan en malversar los mecanismos democráticos en beneficio propio”.

El 20 de noviembre, la lista 115 de Abrami se alzó con la presidencia del Comité. Segunda salió la 150, de Carraro; seguidas de la 44, Movilización Radical, y la 6 de N. Moreno. Esas tres listas sumaron 1747 votos contra los 1161 de la primera. En total, apenas arañaban un tercio del padrón.

Víctor de la Fuente, Manuel Matías, Daniel Rodil, Roberto Bocha Gómez, Miguel Sangiuliano, Mario Chiacchio y Omar Segovia serían sus candidatos a ediles, referentes de distintas líneas, como Carlos Bibi Rivero, entre otros.

Desde ese comicio, pasó a detentar tanto la titularidad del bloque de concejales como la presidencia electa del Comité. Fue su momento de mayor suma de poder institucional; mucho para un hombre que había sido el último edil en ingresar solo un año antes.

Entre las filas de la UCR se dice que el secreto estaba en la ‘negociación’ con el mussismo, que enviaba a votar a peronistas con doble afiliación que asistían a las internas rojiblancas para beneficiar a los unión cívicos más amigables. Es lo que llevó a Omar Acosta a bromear respecto de que el PJ era una línea interna del mussismo; no necesitaba aclarar cuáles eran las otras.

En línea con esa amistosa reciprocidad, Abrami continuó dirigiendo la co-aprobación de negociados, como la del barrio cerrado en El Pato hacia enero de 1989.

Recién el viernes 4 de agosto asumió la presidencia del Comité y renunció a la titularidad del bloque. No obstante, los rumores y el descontento contra él eran tan grandes que sus adeptos salieron a cubrirlo con un comunicado emitido el día de los inocentes ante “versiones carentes de veracidad”, a la vez que destacaban su “transparente labor”. O dime de qué alardeas y te diré de qué careces.

El Sol, 29 de diciembre de 1989. Archivo La Guillotina.

Terminó su mandato del Comité y en el (h)CD hacia 1991, pero justo unos días antes de despedirse, se sumó a otra ola privatizadora. Lo hizo en contra de todo su bloque con la mera complicidad de Ibañez. Ese dúo que operaba por centro izquierda (MoDeSo) como por centro derecha (Línea Nacional) pasó a ser tildado por sus correligionarios como “La Banda”.

El Sol, 2 de diciembre de 1991.

Con su forma de acumulación primaria de capital, sumó votos y poder partidario, lo que le permitió aspirar a una candidatura a diputado, ser congresal e incidir en el armado de listas para el Comité y el Deliberante.

Cuando en el Comité lo sucedió Jorge Luciani, él quedó como vice hasta abril de 1992 en que aquel pidió licencia y Abrami se quedó otra vez con el manejo, lo que fue muy cuestionado por otros dirigentes, como Daniel Del Corral. Cuando Pedro Perutich propuso expulsar a «la banda», lo agarraron a trompadas. En junio, Casella intervino como titular del Comité Provincia y en el orden local se lo separó por 16 votos contra 3.

Hacia 1997 colocó a Mabel Alegre como la primera radical, aunque segunda en la lista al hCD, porque el primer lugar era para el Frepaso, que propuso a Jorge Castro. Dicen que “empataron” en seis bancas.

Mabel Alegre, con la Alianza.

Para entonces, ya estaba rechoncho; aunque había perdido silueta mantenía características de su personalidad como el hablar poco y pausado o adoptar una mirada profunda con los ojos bien redondos cuando estaba enojado.

La concejal de Abrami fue una de las que, junto al reelecto Ibañez y a Osvaldo García, votó la privatización del cobro de tasas municipales que ese 18 de agosto de 2000 motivó una multitudinaria marcha, contenida a golpes por parte de la patota mussista que apaleó también al periodista Ulises Caballero y a dirigentes como Valeria Zeitlin y Gustavo González (UCR).

En ese interregno entre los siglos (1999-2001), el Comité estuvo presidido otra vez por Abrami.

Placa con las dos presidencias de Abrami.

“Para entonces su pareja que había sido empleada del Comité, le hizo juicio a su partido porque no le habían hecho depósitos y, luego de sacarle plata a la fuente de sus ideales, terminará por ser concejal del partido hasta diciembre pasado”

Recuerdo de una fuente en referencia a Torrisi

Otro juicio fue el que le entabló Jorge Omar Cubilla por daños y perjuicios (Expediente 1442), a raíz de lo cual en septiembre de 2004 el Tribunal del Trabajo 3 de Quilmes ordenó a la martillera Guillermina Vidal que le rematara el Mercedes Benz L 1215/48 de 1995 secuestrado en Sourigues y que figuraba compartido con Analía Andrea Abrami (C.C. 6.488).

Se va la segunda

Abrami y Alegre se postularon de nuevo al Concejo en 2007, con la candidatura de Mario Raitman por la UCR, con Alfonsín (h) en una interna contra los peronistas Quique Kraft y Jorge Sarghini. Ambas listas se proponían para acompañar a la fórmula Roberto Lavagna-Gerardo Morales.

También reincidió en su intento por conducir al partido en 2010, pero su sector sólo ingresó siete integrantes por la minoría, ya que perdió frente a Jorge Naddaf. El perdedor no asistió a la asunción de agosto. Fue recién en noviembre, en ocasión del cincuentenario de la Autonomía distrital, para recibir un reconocimiento como uno de los tantos ex titulares del Partido.

En 2010 faltó a la asunción de Naddaf, que tuvo la nobleza de recordar a todos.

En la siguiente elección presidencial, la de 2011, cuando Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez armaron Unión, Abrami avaló a José Ballini como pre candidato de Gustavo González, quien perdió la interna de agosto por 181 votos sobre 13.877, contra los peronistas del Sindicato del Vidrio. Consultado para esta nota, el precandidato recordó:

“Con él, aprendí mucho de la política, me enseñó muchas cosas; cosas que por ahí no comparto, no las aprendí, porque no me gustaban, pero guardo un buen recuerdo”

Colo Ballini

Para noviembre de 2012, cuando Sandra Fernández de Sabater accedió a la presidencia del Comité (primera mujer en lograrlo), Abrami asumió como secretario general, y llevó a Alegre para la Tesorería, y a Torrisi como vocal.

Cobraba del pejotismo

Entre febrero de 2012 y diciembre de 2015, Abrami fue Asesor de la Cámara de Diputados de la Provincia aunque sin cumplir horario de tareas. Encima, recién habría de terminar sus estudios a través del Plan FINES a mediados de 2013, un año y medio después de haber comenzado en la Legislatura -esto es lo más sorprendente- donde cobraba por el Frente Para la Victoria.

Por todo ello, algunos radicales se plantearon denunciarlo por «los posibles delitos de Fraude a la Administración Pública y enriquecimiento ilicito, tipificados en los artículos, 174 inc. 5 y 268 del Código Penal». Antes de desistir, le compartieron a este CIB las pruebas.

Cubrió el cupo femenino con su mujer (2017).

En los últimos años

Continuó vigente en las roscas partidarias. Mantuvo la alianza con Raitman, quien a comienzos de 2018 lo proponía para conducir el partido. A cambio, lo hizo contratar en el hCD como asesor de su mujer, hasta que surgieron «divergencias», según le detalló «El Ruso» ante este cronista.

Terminó como el cuarto de los cuatro candidatos a consejeros escolares en la boleta de Cambiemos de 2019.

Ya exhibía problemas de salud: en agosto de ese año sufrió un infarto que lo tuvo mal.

En abril de 2020, cuando la UCR criticó el manejo de la pandemia, el PJ les respondió con una carta que trató a Abrami de “coimero número uno del viejo radicalismo”: ¿LOS RADICALES EXISTEN? ¿TIENEN VERGÜENZA? – Centro Informativo Berazategui

En rigor, el palo era para su mujer, Torrisi, titular del bloque de Juntos por el Cambio, quien se mantenía distante de las pretensiones mussistas.

La Misión, septiembre de 2020.
Cristian Rodríguez

Es que por entonces, Abrami abrigaba la ilusión de volver a presidir el Comité; esta vez con Cristian Rodríguez como candidato a secretario general, en una alianza de intereses mutuos. Armó junto a Gustavo Posse una de las tres listas anotadas al 11 de septiembre de 2020.

Perdió esa interna por 61 votos contra el armado de Naddaf, en las postergadas elecciones que por fin se dieron el 21 de marzo de 2021.

Uno de los correligionarios que mejor lo conoció y acompañó, pudo evaluar:

«Quizás algunos decían odiarlo, pero todos, sin excepción, lo querían en su armado de lista en la UCR».

Miguel Sangiulano

No se lo vio en el último tiempo de la campaña. Había sido internado el 15 de febrero de 2021 por una neumonía. Ya estaba muy flaco.

Despedida

Conforme su salud dio muestras de inestabilidad, quiso ordenar su patrimonio. En 2018 incorporó a su mujer a la empresa Café Catorce SA que había sido el bar Giardino en la Av. 14 y 147, propiedad del transportista Luis Angel Cutini a quien le alquilaba desde 2008, tiempo suficiente para que más de una empleada dejara trascender información sobre el administrador. Diez años después firmaron una cesión en favor de Flavia Torrisi, según se consignó en el boletín oficial de la Provincia hacia enero de 2018.

A un año de la última internación, el comerciante Abrami, ex distribuidor de la planta Reginald Lee de Coca Cola, murió este 30 de marzo, a los 76 años.


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