(CIB) La Biblioteca Popular Manuel Belgrano recibió a la escritora Liliana Heker para un conversatorio, como parte de los festejos del centenario de la entidad.
Heker, nacida en 1943, desde muy joven ingresó a la literatura, a la que le entregó su vida y que la trajo a Berazategui ya desde sus comienzos. A partir de rememorarlos, motivó el primer aplauso, al citar a Ricardo Maneiro, de barrio Marítimo, a quien rindió homenaje a un «gran escritor, de una coherencia increíble».
Dedicó unos primeros minutos a saludar a María Maneiro (hija) y a Graciela -allí presente- quien ya era novia de Ricardo, «la pareja más extraordinaria que he conocido», cuando fueron por primera vez a la revista que en la década del ’60 diera impulso a los escritos de una nueva generación.
La revista El Grillo de Papel -clausurada por Arturo Frondizi durante el Plan Conintes-, dará paso a El Escarabajo de Oro, con la que Heker vino a Berazategui, invitada por los Maneiro.
Veníamos a una revista oral, donde festejé la salida de mi primer libro. Aun tengo el menú de aquella noche, con la firma de todos los presentes. Así que mi historia de escritora publicada empezó en Berazategui.
La fecha es fácil de rastrear en la memoria, fue para el cumpleaños de Graciela, un 8 de julio, del año en que salió su primera novela, Los que vieron la zarza (Editorial Jorge Alvarez, 1966), del que por supuesto había una copia en exhibición en la Biblioteca.
Con ese libro, ganó el premio Casa de las Américas, de lo que se enteró por un telegrama firmado por la directora, Haydée Santamaría, quien había participado del asalto al Cuartel Moncada (1953), fundadora del Movimiento 26 de Julio y parte del dispositivo guerrillero que apoyó al destacamento que Fidel Castro dirigía en la Sierra Maestra.
Heker charló con Alberto Moya, presidente del Círculo de la Prensa.
La artista de 80 años habló de feminismo, de su relación con la ciencia (estudió cuatro años en la Facultad), de la defensa de la educación pública y de la falta de crítica literaria en el sentido del deficiente debate en la circulación de ideas.
La conversa duró más de una y media, en la que la gran escritora no dejó de referirse al distrito, hasta al final, cuando profirió:
«Soy muy feliz de estar acá, en Berazategui no es cualquier lugar para mí, así que he vuelto y voy a volver».
Domingo Patanella, director de la Biblioteca, le entregó un carnet de socia centenaria, a la vez que le pidió que autografiara el ejemplar 52.000 del acervo patrimonial literario: Noticias sobre el iceberg, que Heker acaba de editar con Alfaguara.
A la lectora Silvia, con más de 50 años en la entidad, Heker le dio su diploma de socia vitalicia, uno de los momentos que quedarán para la memoria gracias a la filmación transmitida por redes en la jornada de ese sábado:
Muy buena nota. No conocia la historia de esta gran escritora. Gracias x traer a todos su trabajo.