Por Eduardo Gómez
Se celebra lo que habría sido el 65° cumpleaños de Gustavo Cerati, un artista que no sólo marcó una era, sino que continúa resonando en el corazón de quienes lo escucharon, tanto con Soda Stereo como en su etapa solista. Su música definió la identidad del rock latinoamericano, trascendió fronteras, géneros y generaciones.
Cerati nació el 11 de agosto de 1959, en Buenos Aires. Desde joven, su talento y pasión por la música lo impulsaron a formar Soda Stereo junto a Zeta Bosio y Charly Alberti, en 1982. Con Soda, Cerati lideró una revolución musical en Latinoamérica. Canciones como De Música Ligera, o Signos se convirtieron en himnos que capturaron el espíritu de una generación, dejaron una huella imborrable del rock en español.
Sin embargo, la historia de Cerati no se limitó a Soda Stereo. Tras la disolución de la banda en 1997, Gustavo inició una exitosa carrera solista que demostró su capacidad para reinventarse y explorar nuevos horizontes musicales. Álbumes como Bocanada, Siempre es hoy, y Ahí vamos mostraron a un Cerati introspectivo, maduro, cada vez más comprometido con la experimentación sonora.
Pero si hay un álbum que define su esencia como solista, ése es Fuerza Natural. Lanzado en 2009, es un viaje introspectivo que parece, en muchos sentidos, una despedida. Cada tema resuena con una profundidad única, exploran la conexión entre el ser humano y su entorno, y ofrecen una reflexión sobre la vida y la muerte. Para muchos, incluyendo a quienes fuimos marcados por su música, es el mejor regalo que pudo dejar antes de partir.
Su música ha sido una presencia constante en mi vida. Recuerdo las noches en casa de mis abuelos, donde mi tío me hacía escuchar su colección completa de Soda Stereo. Pasaba horas envuelto en esos sonidos, que aún me acompañan. Sé que muchos han vivido experiencias similares, descubriendo en cada acorde y cada letra una conexión profunda con la música y con la vida.
Cerati no sólo fue un músico brillante, sino un poeta que supo hablarle al alma de todos. Su legado sigue vivo, y su influencia se siente en cada nota, en cada generación que lo descubre y redescubre. En este día tan especial, recordamos a Gustavo Cerati no sólo por lo que fue, sino por lo que sigue siendo: un ícono, un maestro y una voz que jamás se apagará.
Inolvidable su voz, una de las icónicas del rock.