LAS MICROEXPRESIONES DE FABIOLA YAÑEZ

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Análisis de microexpresiones: ¿Fabiana Yañez mintió en su entrevista con Infobae?

Por Giannina Perea

La reciente entrevista que Fabiola Yañez, ex primera dama de Argentina, concedió a Infobae ha suscitado cantidad de comentarios y especulaciones. Yañez abordó cuestiones delicadas que incluían la violencia que habría ejercido sobre ella Alberto Fernández, su vida actual en Madrid, y cómo está enfrentando las situaciones que se han comentado en la prensa. Sus microexpresiones revelaron emociones profundas que complementan y a veces contradicen lo que expresaban sus dichos. Un análisis de estos gestos sutiles permite vislumbrar verdades más allá de sus palabras.

Uno de los primeros momentos reveladores ocurrió cuando fue preguntada sobre cómo se sentía. Antes de responder, apretó los labios en un claro gesto de contención. Este pequeño movimiento indicó que reprimía una emoción o un pensamiento. Es posible que su respuesta haya sido mucho más medida, menos espontánea de lo que podría parecer. Tal contención sugiere sentimientos más intensos o verdades que prefirió no compartir de momento.

Otro punto notable fue cuando habló sobre el descubrimiento de fotos de otras mujeres en el celular de su marido. Su mirada se dirigió hacia arriba y a la izquierda. Este movimiento ocular es un indicativo clásico de que alguien está accediendo a sus recuerdos visuales, lo que sugiere que la situación que describía no sólo era veraz, sino una experiencia vívida que resuena en su memoria. Este detalle añade credibilidad, el gesto coincide con un recuerdo real.

Cuando la conversación giró hacia los inhibidores que, según Yañez, fueron colocados en su auto, su lenguaje corporal fue igual de revelador. Mientras lo mencionaba, asintió con la cabeza, un gesto que suele asociarse con la confirmación o la aceptación de la veracidad de lo que se dice. En ese caso, el asentimiento la muestra segura de la realidad de estos eventos y que su relato no era una sospecha, sino un suceso en el que creía.

La entrevista abordó temas de gran preocupación para Yañez, como el miedo a que algo pudiera sucederle a su hijo. Al hablar de este temor, apretaba los dientes y tragaba saliva., un gesto que, en la comunicación no verbal, suele reflejar nerviosismo o incomodidad. Estos signos son indicadores de que Yañez experimentaba un alto nivel de ansiedad al hablar de la seguridad de su hijo, lo que denota una genuina y profunda preocupación por su bienestar.

Otro momento interesante fue cuando Yañez mencionó que una periodista, cuyo nombre no quiso revelar, afirmó haberla visto caminar por calles con tiendas caras. Durante este relato, hizo un leve movimiento de hombros, un gesto que suele denotar incertidumbre o confusión. Este gesto podría interpretarse como una señal de que no comprendía por qué la periodista había hecho tal afirmación o que no sabía cómo responder. El movimiento de hombros refleja una sensación de desconcierto, sugiriendo que la ex primera dama se encontraba ante una situación que no terminaba de entender o que prefería no aclarar.

La contradicción entre las palabras y sus expresiones faciales también fue evidente cuando afirmó que «hoy puedo decirte que estoy mucho mejor», en simultáneo negaba con la cabeza. Este tipo de disonancia entre lo verbal y lo no verbal es un claro indicio de que, aunque quisiera transmitir una sensación de mejoría, no lo sentía en su interior. El gesto de negación sugiere que, en realidad, las palabras no reflejan su estado emocional, lo que puede implicar que lucha con las secuelas de su experiencia.

No obstante, cuando declaró que se sentía «más fuerte que nunca», su lenguaje corporal contó una historia diferente. En la ocasión, asintió al hacer esta afirmación, lo que refuerza la autenticidad de sus palabras. Este asentimiento indica que, a diferencia de su declaración anterior, esta afirmación sí reflejaba un sentimiento genuino de fortaleza y resiliencia. Fue como si, en ese momento, se permitiera ser honesta consigo y con su audiencia, reveló un núcleo de fuerza que ha surgido de sus dificultades.

Cuando expresó su deseo de marcharse y afirmó «me quiero ir, no lo soporto más», un gesto revelador emergió en su lenguaje corporal. Juntó sus manos en forma de triángulo, un gesto que denota firmeza y seguridad. Este movimiento es típico de alguien que ha tomado una decisión irrevocable y que se siente a pleno convencido de la necesidad de actuar en consecuencia. La forma en que juntó las manos sugiere que su seguridad es absoluta; está preparada para actuar en función de esa determinación.

En resumen, las microexpresiones y gestos de Fabiola Yañez durante la entrevista brindaron una visión más profunda de su estado emocional y de la veracidad de sus palabras. A través de estos pequeños pero poderosos indicios, es posible discernir un panorama complejo de emociones, donde la contención, la sinceridad y la resiliencia se entremezclan en su relato. Este análisis revela no sólo lo que Yañez dijo, sino también lo que sentía, lo que permite comprender mejor la realidad detrás de sus declaraciones.

Coberturas

El Sol y Perspectiva Sur levantaron la nota de Verbitsky:

Alberto Fernández negó haber golpeado a Fabiola Yáñez – EL SOL

Alberto Fernández dijo que el ojo negro de Fabiola se debió a un tratamiento estético – PSur


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