María Esther Basso hubiese cumplido años este 6 de abril, buena oportunidad para recordar a quien fuera la directora de la Escuela 1, de Villa España.
Ella era de General Roca, Río Negro; estudió en la Escuela Normal Nacional 1 General San Martín, de Santa Fe y completó su formación universitaria en la UCA El Salvador y en la UBA.
Tengo la suerte de haber venido al mundo con altísima dosis de optimismo. / A pesar de proceder de un hogar clase media arriba, por razones particulares, tuve que mantener a mi hogar. Pero siempre tuve tiempo para seguir los pasos de los sucesivos gobiernos que tuvimos. Cuando la derecha se enquistó tan duro, me di cuenta qué dirección tomaría y que haría cualquier tramoya.
María Esther Basso | Facebook
La Escuela local la tuvo a cargo de su Dirección durante la última dictadura (1976-83), cuando los padrinos eran los militares de la Infantería de Marina con sede en el parque expropiado a los Pereyra Iraola (CIFIM). Se retiró de la profesión en 1985.
Como figura de la cultura, obtuvo espacios en la prensa de su ciudad (2001):
Se había dedicado a las letras y escribió estos libros:
Su primer título puede ser consultado en la biblioteca de Derechos Humanos en ADEU: 147 y 12, de Berazategui. La novela La comparsa sin fin (2018) fue declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de General Pueyrredón.
Así escribía:
Nuestro nacer es solo un sueño y un olvido.
El alma al despertar, estrella de la vida,
en otra parte tuvo ya su ocaso y desde muy lejos llega.
María Esther Basso
Ya viuda, dio cuenta de su soledad en facebook, donde en 2018 posteaba:
Luego se hizo otra cuenta en la misma red, típico de quien olvida o pierde la clave, aunque contemporáneo a que se le rompiera el disco duro de su vieja computadora. Allí compartía sus opiniones sobre literatura, el lenguaje y la escritura. Hacia 2020, poco antes del octubre en que dejó de comunicarse, hablaba de sí:
He sido dotada de capacidad como para absorber lo bueno y lo malo de nuestro mundo cultural. Resumiendo tengo defectos y/o virtudes según lo considere el mundo social que me rodea. Por ello he cosechado odios, desprecios, amores… No piensen que soy desubicada ni ombliguista, porque tambien pienso qué es lo que determinó que yo naciera de determinado vientre y con determinado padrinazgo. Cuando llegue la hora de mi viaje hacia otra dimensión… ¿dónde se irá mi energía???? Porque no queda otra cosa de mí que mi energía. ¿Qué otro destino tienes, María Esther?
María Esther Basso
Vivía en Mar del Plata donde falleció hace ya poco más de dos años. Desde aquí, los ex alumnos de la escuela que dirigió en los momentos más duros, la recuerdan como a las charlas que mantenía por las redes y le dicen «hasta siempre».
Fue mi directora en los años ’76, ’77 y ’78.
Mucho no la recuerdo, pero sí que la señorita Ida nos mandó a dirección y ahí, la directora, nos dio un buen reto . Respeto supremo hacía ella .
Creí que ya nadie la recordaba. Gracias, Moya.
Muchas gracias por compartir
La recuerdo yo fui a esa escuela mis tres hijos mayores también fueron. Asistimos a los 100años de la escuela los padrino eran los militares ubo una gran chocolatada en el mes de agosto tanta nostalgia
Hola, Juana, ¿cómo estás? Te mando muchos saludos. Besitos.
Gracias, Anita, compañera y gran amiga en mi niñez te llevo en mi corazón bendiciones y muchos besitos.
Anita, sabes quién me escribió Daniel Magallanes te acordas.
Hola, Juana, Sii estoy con mi hermana Luisa recordando de vos de esos tiempos aquí en Bariloche por qué ella se júbilo hace dos semanas después de 40 años de trabajo en la Farmacia te mando muchos saludos.
Amplié la nota. Estuvo en la escuela durante la dictadura. Se Retiró al comienzo de la democracia (1985).
en Escuela numero 5 no estuvo?
No sé. Si tenés algún boletín firmado por ella, lo agregamos.
La recordamos con mucho cariño. QDEP, kerida Maria Esther Basso.
Bajó un helicóptero.
En la canchita de atrás de la escuela.
Con militares.
Sirvieron chocolate.
A los niños.
India Piñero Y me custodiaron, porque yo era el abanderado.
Da gracias que no te llevaron.
Todavía no sabían en qué me convertirían. O las maestras que lo percibían no me delataron.
India Piñero: Yo vi tanquetas con chocolate
Mi corazón abierto