LO HICIERON NOMAS: PABLO DIAZ, ILUSTRE

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El mussismo aprobó en el Concejo Deliberante la Declaración de Ciudadanía Ilustre para alguien que no vive ni tuvo nada que ver con el distrito: Pablo Díaz, sobreviviente de la Noche de los Lápices. Así lo había adelantado ayer este CIB:

No lo declararon Visitante sino «Ciudadano» Ilustre. No hicieron referencias que lo ligaran a Berazategui, ni explicaron por qué homenajean a uno solo de los cuatro sobrevivientes, aunque al menos mencionaron a Emilce Moler, Patricia Miranda y Gustavo Calotti.

Más relación con nuestra región tendría Emilce, hija del comisario inspector Oscar Moler, ex jefe de la Brigada de Avellaneda, donde reemplazó a Ernesto Verdún el 8 de octubre de 1969.

El héroe de nuestra juventud, alguna vez tuvo un desliz en su militancia política, lo agarraron quedándose con un vuelto y declaró a una revista: «me equivoqué pero tampoco soy Galimberti». Todo eso, que pasó hace dos décadas, quedó en el olvido.

Ni eso, ni los injustos infundios del intendente de siempre incidieron ahora en esta sobreactuación a días del 24 de marzo.

La ordenanza se reproduce aquí:

El proyecto presentado por la Comisión de Cultura lleva las firmas de los justicialistas José Vaccaro Notte, Verónica Alejandra Díaz, Alicia Gioia, Celia Cabrera, Jenifer Noro más las de Diana Paterno y Vanina Passalacqua (PRO), que saben poco de estos temas pero al menos buscan enrolarse en las más sanas tradiciones democráticas a pesar de su militancia macrista.

Quienes sí saben de derechos humanos, el Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Berazategui, recuerdan que JJ Mussi mandó a demoler el castillo de Plátanos que había sido centro clandestino de detención y torturas. Con eso, obturó cualquier posibilidad de investigación sobre el lugar que iba a ser declarado sitio protegido por la Legislatura bonaerense. Eso no no podía ser desconocido por el jefe político del distrito, ya que tenía a Jorge Ribeyrol como diputado provincial.

Quienes quieran saber más acerca de lo que hacía Mussi en tiempos de la Triple A, cuando tenía a parturientas encadenadas a las camillas del Hospital San Martín que dirigía, basta leer el capítulo 27 de mi libro:

400 páginas

Del libro «… Y después la gente va y lo vota»

27. COLABORACIONISTA

EN 1975, CON LOS REPRESORES

Durante su gestión en el Hospital San Martín, Mussi recibía parturientas arrastradas por los torturadores. Una fue esposada a la camilla durante quince días después del parto. Esta es su historia.

En diciembre de 1974, una quilmeña con cuatro meses y medio de embarazo fue llevada presa a la Unidad 8 de Olmos. Allí vio albañiles.

–Están haciendo un hospital dentro de la cárcel –explicó otra– ¿Vos quién sos?

–Nelfa Suárez. Caí en Bernal y vengo de ser torturada en el Camino Negro [la Cárcel de Encausados; luego, Pozo de Banfield].

Tras esa detención, supo que su marido fue picaneado hasta la muerte, en el campo de concentración El Vesubio. Tras una complicación en su embarazo, era examinada en el consultorio a medio terminar.

–¿Quién es el pediatra acá?

–Néstor Siri; un negligente indiferente. No tiene estatus para hablar de salud.

Las presas de Olmos iniciaron, el 17 de mayo, su primera huelga de hambre:

–¡No nos pueden tener así! ¡Queremos mejores condiciones de detención!

Justo en ese clima de máxima tensión, Nelfa empezó con dolores; las otras detenidas pidieron a gritos por un médico que, al verla, minimizó:

–No creo que haya riesgo de parto. No está en fecha.

Pero, ante la insistencia de las compañeras, fue llevada al San Martín.

Allí la tuvieron tres días, hasta que…

–¡Doctor, no se sienten los latidos!

La novedad fue comprobada por otro médico:

–¡Vamos a cesárea! ¡Urgente! Preparen todo.

Aunque casi se fue en sangre, a medianoche, nació Víctor Benjamín.

–Permanecerá internada, con suero. Su bebé irá a incubadora diez días.

Nelfa, transfundida, permaneció encadenada a la cama. No le quitaban las esposas ni cuando era llevada a ver su bebé, detrás de un vidrio, una vez por noche. Así estuvo dos semanas, hasta ser devuelta a la cárcel.

Recibida por Rodolfo Leone, jefe de Sanidad, fue empujada a una misma celda sin baño, donde embarazadas o no, eran maltratadas por ‘Angélica’ Martínez.

Nelfa no fue la única torturada que tuvo familia bajo condiciones semi clandestinas en el policlínico que dirigía Mussi. Hubo otras además de Nelfa y antes de Silvia Negro, la última víctima del maltrato en el San Martín.

Luego del Golpe, el padre de Nelfa, con quien vivía en Don Bosco, sus hermanos Omar, Nora y una cuñada, Olga Luteral, fueron todos desaparecidos.

También desaparecieron a los testigos de la responsabilidad de Mussi: la solidaria partera María Hilda Delgadillo; el pediatra que atendió a Nelfa y otras enfermeras de la Maternidad.

En cambio, Mussi fue más permisivo con el colaboracionista Siri, a quien dejó seguir en carrera durante su extensa administración en el Ministerio (1994-2002). Siri llegó a ser jefe de Guardia en el Hospital de Niños hasta 2006, cuando triunfó la presión de los trabajadores por apartarlo, sólo escuchada por el ministro de Salud Claudio Mate.[1]

[1] Suspensión para el represor. Página/12 del 28 de enero de 2006.

REPERCUSIONES

Esta investigación salió de imprenta el jueves 23 de septiembre de 2010. El viernes, Daniel Sueldo recibió un llamado del HCD: Ricardo Siza, secretario de un bloque opositor, preguntaba qué habíamos publicado, ya que todos buscaban su periódico. Tras la distribución del fin de semana, el lunes a primera hora, Jorge Tronqui –habitual defensor de los intereses oficialistas– dijo por FM Espacio:

–De Realidad no voy a hablar, porque ese periódico ya sabemos de quién es; igual que de Art.14; ellos siempre ven lo malo.

A las 10.25, recibí un llamado de Julio Ortega, director del periódico La Misión, de Ranelagh, quien me recriminaba que en la Municipalidad le habían culpado:

–Otra vez, sus amigos vuelven a escribir ‘cosas’.

A mediodía, en el HCD, Ana Cioch abrió los ojos grandes al verme:

–¿Qué hacés? ¿Cómo te animás a venir después de lo que publicaste?

Según comentarios, planeaban esperar a quien distribuyera el periódico para secuestrarlo y evitar que se difundiera esta nota.

Sueldo había cuidado de mandar a repartirlos fuera del edificio.

A primera hora de la tarde, Tony Paravia, de la mayor entidad ecológica de la región, nos pidió una nueva tanda de ejemplares. Lo mismo hicieron otros amigos.

Por fin, las repercusiones se multiplicaron por Internet:

  • Mussi, derecho y humano, en Tres Líneas.
  • Nota Mussi y los torturadores, en Panóptico Sur
  • Sitio Palo y a la Bolsa
  • Comentarios en Sitio Peroncho
  • Y un posteo titulado Mussi el partero de las secuestradas, 3 de enero de 2011:

“(…) otro blog tira tanta cantidad de nombres y datos que va a costar refutarlo. Introducción a la nota que es la parte más siniestra al margen de los hechos de corrupción.

“Dice Alberto Moya, periodista de la revista Veintitrés:

“El aspirante a ciudadano ilustre Juan J. Mussi pavonea su flamante adhesión a las causas de derechos humanos. Para ello recibió a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en pos de darle su apoyo al Premio Nobel de la Paz. El nuevo Mussi viene a reemplazar a aquel que criticaba a Pablo Díaz por haber sobrevivido a la Noche de los Lápices; llegó a tratarlo de buchón en un acto en el Consejo del PJ que el doctor preside…”Nelfa Suárez mientras declaraba ante la Justicia en La Plata.[2]

[2] Wiman y Martínez: Dos sobrevivientes relataron sus partos en cautiverio. APDH


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