Por Juan Domingo Cacho Javier
16 de septiembre: Día declarado de los derechos de los estudiantes secundarios.
Se cumplen 48 años del terrible final de diez estudiantes secundarios que militaban en la UES de La Plata y luchaban por el Boleto Estudiantil Secundario. Esos jóvenes estudiantes fueron secuestrados y torturados por grupos de tareas de la dictadura gobernante, de los cuales, seis fueron asesinados sin que se hallaran sus restos hasta la fecha: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel A. Racero y Horacio Ungaro.
Esa dictadura sangrienta exterminó a la mayoría de nuestra generación, que luchaba por una Argentina más justa, más independiente y con más soberanía, expusieron su vida para lograrlo.
La dictadura cívico, eclesiástica y militar cometió en nuestro país un genocidio despiadado apoyados por una inmensa mayoría del pueblo que con su silencio fue cómplice del hecho inhumano:
Genocidio y terror para implementar un modelo económico que al día de hoy implementa el gobierno de Javier Milei con sus aliados del macrismo trasformando al país en una colonia y sin patria.
El poder real con sus vasallos genocidas construyen el relato de la Teoría de los dos demonios, la instalan en democracia y su ejecución comienza en el gobierno radical de Raúl Alfonsín con las leyes de punto final y obediencia debida, con el indulto como corolario de estos genocidas con el gobierno de Carlos Menem poniendo bajo la alfombra la lucha real de todo lo acontecido en los años 60 y parte de los 70 por una generaciòn luchadora con valores, principios y sensibilidad social. Logrando que se desconozca hasta hoy «el porque luchabamos y qué país queríamos».
Para recuperar el país en pos de la felicidad de nuestro pueblo, tenemos que seguir luchando en todos los frentes. Apelo a los jóvenes de hoy el bucear en la historia del país, conocer su proceso, entender por qué estamos como estamos ayudaría a revalorizar y reivindicar a aquellos que dieron sus vidas por el bien común, porque ustedes, los jóvenes de ahora, son el futuro.
«No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos»
LOMJE