UNA ALTERNATIVA CON DEMOCRACIA Y PUEBLO

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Néstor Rojas, director en la Comisión Ejecutiva Nacional de la CTA Autónoma

Nos asiste el legítimo derecho universal a la rebeldía como mayorías populares bajo fuego de una guerra abierta y sin cuartel del poder concentrado rentista y especulativo. Hoy ejecutado y planificado a nombre de la libertad, en obediencia ciega ante las patronales del mundo.

En tiempos de catástrofe social, económica y de todo orden. Especialistas en resistir, resistimos, en cada reclamo, en cada lucha a lo largo y ancho de la geografía de nuestra querida Argentina.

Somos pueblos hechos en siglos de resistencia ante los centros coloniales ayer y metrópolis imperiales hoy. Fuimos y somos Túpac Amaru, Juana Azurduy, San Martín cruzando la Cordillera de los Andes, el éxodo de Belgrano en el norte de la patria. Somos Mariano Moreno y los treinta mil, los arrojados al mar. Somos pueblo bajo las bombas del brazo armado criminal oligarca derramando sangre en Plaza de Mayo. Somos los fusilados del basural en la madrugada. Somos el mismo pañuelo blanco de las Madres, el reclamo de las Abuelas. Somos los paridos en cautiverio en las entrañas del monstruo y con identidades robadas. Pero jamás contaron con nuestra resignación. Un 19 y 20 de diciembre con nuestros mártires ejemplos de lucha y dignidad popular reafirmamos que la voluntad de justicia social está más viva que nunca; que a la historia la escriben los pueblos.

No hay lucha más justa y legítima que las que enarbolaron en los campos de batalla nuestros patriotas contra la dominación colonial. Por la independencia de la patria grande. Ni causa más noble que generaciones de militancia popular ofrendando sus vidas y su libertad enfrentando al poder de la oligarquía y la dominación imperialista por justicia social, independencia económica y soberanía política. No hay sentido más justo y humanista de la vida que el compromiso de luchar por un derecho ante cada necesidad de las mayorías populares. En una sociedad comprometida, donde los únicos privilegiados son nuestras niñeces.

En tanto “Ellos” ejecutan hambre, saqueo y represión, enemigos del pueblo trabajador con su brazo armado y sus mandaderos de la comunicación pública. Son el extremo recurso del genocidio y la realidad falsificada por sus lenguaraces. No pueden silenciar las justas verdades de los pueblos de Tierra, Techo y Trabajo. Ellos imponen la especulación financiera, la fuga de capitales y el rentismo parásito de banqueros y latifundistas. Cuando a sangre y fuego en obediencia a los dueños del mundo y de las guerras, serviles al control hemisférico de saqueo de nuestros recursos, vienen a imponernos con crueldad ser el patio trasero y colonial del imperialismo. La historia en el espiral de las contradicciones de represión y resistencia emerge en la dignidad popular ante la revancha oligarca, plural popular y democrática ganando las calles con profunda fe por pan y trabajo, por una democracia plena.

Consientes que con la resistencia no alcanza creemos en la necesidad de generar en unidad y masividad un gran acuerdo político cuyo primer punto sea el compromiso por restablecer un piso de derechos básicos. Que no es, ni será de otra manera que con nuestra lucha. Para que nadie tenga que morir de frío. Que nadie tenga el plato de comida lejos de la mesa familiar; que el techo donde cobijarse y el salario digno sean ley.

Restableciendo los principios de nuestra constitución nacional, de derechos y garantías, de respeto a los derechos económicos, políticos y culturales de la Nación; recuperar la ciencia al servicio del desarrollo democrática y popular para la Argentina; que supere la instancia extractivista, del fracking, del transgénico; de la casta oligarca que sobre sus silo bolsas especulan con el hambre en disyuntivas de leyes ciegas, entre dolarizar o devaluar.

Los cambios que necesitamos no se construyen desde arriba. Otro universo es posible. El futuro de nuestro pueblo está en la vereda contraria de quienes hoy nos gobiernan y sus beneficiarios, de una clase dirigente corrompida e inmoral, que en su mayoría; jamás dicen lo que creen ni creen en lo que dicen.

Hay un programa para quien quiera escuchar, en la voz de la movilización colectiva y en los carteles de reclamo popular en las calles y plazas. De estado de derecho, de justicia social, con respeto a los derechos humanos. Contra el fascismo, con su crueldad y odio como estandarte; contra el extractivismo que es el nombre desde hace más de 500 años del enemigo de la vida democrática y la autodeterminación de los pueblos.

Por una alternativa democrática y popular contra la injerencia y el control hemisférico. Hoy al igual que ayer, como dijo el general de la patria:

Seamos libres, lo demás no importa nada.


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