PAULA B, AMENAZADA POR SU PROGENITOR

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(CIB) Fue la denunciante del juicio que metió preso al ex concejal Daniel Zisuela, de Varela. En exclusiva, a pedido de este CIB, ella escribió esta misiva para relatar lo que pasó y el trasfondo de corrupción política, policial y judicial.

La carta

El 12 de noviembre del 2021, mi hermano Marcelo David apareció sin vida. Hasta la fecha no tuvimos respuesta de la Fiscalía 1 de Varela. El fiscal Darío Provisionato, el mismo que me tocó en mi intento de homicidio, tampoco hizo nada, dejó todo impune.

Nos destrozaron la vida; aún seguimos esperando justicia por Marcelo, sus hijos, sus hermanos, mamá, esperan calmar tanto dolor vivir cada día con amenazas de muerte esperando una justicia que jamás llega por fiscales y jueces corruptos la policía bonaerense cómplice de estos delincuentes. ¿Hasta cuándo Varela tiene que ser la cuna de delincuentes y protección policial-judicial? Quieren dejar impune la muerte de mi hermano, como la masacre de Bello, de las chicas.

Mi vida y la de mi familia jamás van a ser las mismas; nos arruinaron la vida y dejaron sin papá a los nenes. El Estado, ausente. Nadie se hace cargo de nada siguen haciendo política, reciben diplomas, cuando fui amenazada por Franco Rizo, de la Municipalidad de Varela, imputado en la causa de trata de personas, por todos los imputados que van a atravesar un juicio.

Pido el esclarecimiento de la muerte de mi hermano Marcelo Blanco.

Hace días fui amenazada por mi progenitor donde me dice que no me meta más con el sindicato al que pertenece. El vive a la vuelta de mi casa; me dijo que si quería amanecer en un zanjón si seguía con esto. Aclaro que no voy a dejar de luchar, mi dolor y tristeza son muy grandes. Sólo quiero justicia por mi hermano, porque nos arruinaron la vida. Es muy doloroso esperar una justicia que no va a llegar nunca por culpa de un Poder Judicial ausente, una Policía cómplice, unos Fiscales y jueces cómplices de todos los delitos que pasan en Varela.

No tengo una vida normal, tengo custodia Federal porque la policía bonaerense en vez de cuidarme me estaba entregando no sólo a mí sino a mi familia. Pido justicia y que no se olviden de Marcelo Blanco, un joven con hijos menores, con muchos planes y sueños por cumplir. Hoy lo visitamos en un cementerio. ¿Hasta cuándo Varela tiene que vivir con esta delincuencia? ¿Hasta cuándo? ¿Quién nos va a dar una respuesta? ¿El Estado? ¿Quién va a ser responsable de esta masacre, de seguir matando a los pibes? A nadie le importa.

Espero una pronta respuesta y favorable a este reclamo, ya van a hacer dos años, y con la causa de trata de personas llevo cuatro años de que vengo luchando con toda esta mafia que está en Varela y que tienen la cara de seguir haciendo política y pegando cartelitos para seguir violentando a las mujeres vulnerables por un trabajo o por un plato de comida. Basta, por favor. ¡Basta! Esto ya no da para más

Mi progenitor José Antonio Blanco, vive en Argerich 1355, en un almacén de pantalla porque es un narcotraficante que está en libertad gracias a la justicia y a la Policía cómplice de todo esto.