HOMENAJE A UN CONCEJAL MUERTO. A OTROS, NADA.

“Merecería que la calle donde vivía llevase su nombre”, le dijo su correligionario Ricardo Carbajal al CIB, luego de que este medio diera las primicias tanto de su internación por coronavirus como de su muerte el 4 de octubre.

Su pedido encontró eco en el mussismo, luego de una gestión que realizara ante Omar Acosta, polifuncionario municipal y él también, concejal mandato cumplido.

La gestión se hizo junto a la presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Flavia Torrisi, mujer de Carlos Abrami, otro unión cívico mussista. Ella tomó la foto que aquí se aprecia.

Este lunes, la Municipalidad comunicó que está todo arreglado. Lo informaron con algunas imprecisiones, como que “falleció a los 65 años de edad”.

Se ve que no tienen ni buscaron mucha información, de modo que el periodismo tendrá que aportarles –otra vez– lo que no hace ni la Secretaría de Cultura, ni la Dirección de Prensa, ni el Ceremonial del Deliberante ni la mujer del intendente ni ninguno de los que, como ella, cobran del Estado local.

(Dicho sea de paso, la mujer de Mussi, Carmen Flores, era la secretaria de la edil Elsa López, en la época en que Zandomeni fue concejal).

Mario Vicente Zandomeni, nacido el 29 de abril de 1952, se crió en Entre Ríos con muchos hermanos en una familia muy humilde que debía trabajar en el campo. Perdió a su madre mientras estaba obligado a servir a los militares durante su conscripción.

A los 30 años, se presentó como voluntario para la guerra de las Malvinas, cuando llevaba siete años de vivir en Berazategui. Con la apertura democrática, se acercó a la política.

Por su hermana Olga fue cuñado del dos veces edil Alberto Ibañez (UCr Línea nacional), su padrino partidario en la centro derecha del partido que todavía era radical. No le fue mal, él también llegó a ser concejal entre 1993-97.

Su gestión no fue combativa. Y cuando otros concejales radicalizaron sus posturas, él prefirió quedarse en un bloque conciliador, entre los que no se doblaron, sino que rompieron el bloque.

Por eso, cuando murió, este 4 de octubre, el jefe político de la ciudad posteó:

“Lamento el fallecimiento de Mario Zandomeni -ex concejal por la UCR-, que trabajó sin grietas para Berazategui, siempre haciendo honor a la democracia!”.

JJ Mussi, en sus redes sociales.

En memoria de aquel que “trabajó sin grietas”, impondrá su nombre a la calle 109, entre 24 y 23, que ya lleva el nombre de Hipólito Yrigoyen, con lo cual ese cruce pasará a ser la esquina de Zandomeni e Yrigoyen. Menudo detalle.

A la próxima sesión podrán ingresar una veintena de personas, los hijos que no están en el exterior, los hermanos y dirigentes partidarios que piden que se habilite la presencia de periodistas.

¿Quién podría oponerse? Todos los bloques que integran la Comisión de Cultura y Fomento del Concejo Deliberante se han pronunciado a favor, así que el 22 de octubre descuentan que sea aprobada por unanimidad a sólo 18 días de su partida.

Qué más hubiesen querido las familias del ex intendente Carlos Infanzón († 28 de julio de 2013) o el diputado Ricardo Giacobbe († 10 de noviembre de 2019), o los concejales justicialistas…

• Enrique Quique Kraft (vicepresidente del HCD, † 25 de julio de 2014),
• Héctor Moreyra (cinco veces edil, récord en la ciudad; † 31 de mayo de 2018),
• Julia Chola Pérez de Paterno (también presidente del Consejo Escolar),
• Julio Espínola († 18 de abril, con dengue),
• Noemí Giménez († 21 de septiembre, también por coronavirus)…
• o…
• Mario Chiacchio (murió el 24 de abril), correligionario de Zandomeni en aquella misma segunda década infame.

---

Espacio publicitario